Alas de Barro.

XLII Justas Poéticas de la Ciudad de Dueñas

Dueñas se viste de luz y de poesía, para celebrar sus Justas Poéticas en ese marco tan hermoso e incomparable, como es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, donde se da lectura y se conceden los premios a los poetas Seleccionados.

Los poetas nos glosaron con sus versos, sus vivencias, recuerdos, amores juveniles, el regreso a casa en un domingo cualquiera y añoranzas del pasado.
Y una vez escuchados, el jurado se retiro a deliberar, concediendo los siguientes premios.
Primer premio. “BOTIJO DE ORO”: Vicente Martín Martín, por “A veces las orquídeas sueñan con los tejados”.
Segundo premio. “BOTIJO DE PLATA”: Nieves Álvarez Martin, por “Alas de barro”.
Tercero, cuarto y quinto clasificados y por tanto BOTIJO DE BARRO, para:
Amando García Nuño, con “Manual para brindar a solas en domingo”.
Luis Auñón Muelas, por “La sombra de tu ausencia”. Yose Álvarez Mesa, por “Entre los girasoles”.
Al certamen poético fueron presentados 143 trabajos

Dueñas, 15/08/2008

Este es uno de los poemas de Nieves Álvarez en la antología:

Alas de barro

Esta costumbre antigua
de sacarle la lengua a la derrota,
de buscar las palabras en los pájaros,
en las piedras los sueños
y en la voz los abrazos,
está dejando huella en mi esqueleto.

Lo siento cada vez más encorvado,
cada día más lento,
cada noche más frágil,
cada tarde más lejos
de aprender a volar.
Pero… cuando presiento
que se levanta el sol,
despliego las dos alas

  • recubiertas de barro-
    y dibujo
    dos círculos concéntricos
    para dejar constancia en los espejos:
    nunca te olvidaré.

Tenía 20 años y la vida
pintaba en sus paredes un graffiti
de todos los colores;
los sueños dibujaban en su ombligo
un huracán de avispas
y la música
era una calidoscopio
capaz de hacer milagros.

Tenía un sobresalto y un amigo.
Buscaba entre sus brazos la manera
de descubrir fantasmas.

Escribía sonetos en la frente
de los días impares,
deba clases de insomnio a las estrellas
y caminada a lomos de un caballo
llamado libertad.