Alkaid. Revista multitemática, número 11.

Directora: Pilar Iglesias de la Torre.
Edita: Alkaid ediciones.
Valladolid,2011
ISBN: 1888-8860

Clic!… un parpadeo, la millonésima parte de un bostezo de universo. El súbito vibrar de una subpartícula de átomo, plegamiento imperceptible de una de las alas de libélula, un estornudo, una caricia y… ya está!! Efímero el latido, terminó. (Así comienza, Pilar, su editorial)

Mi aportación a esta revista, que habla de ciencia, arte, ensayo, poesía y muchas cosas más, son poemas de varios. Dejó aquí un par de ellos.

«Los íntimos secretos de la voz», XVII Colección Yedra. XIV Premio de poesía «Nicolás del Hierro» 2010

XI / Tú y yo

Se abría la pared,
cada mañana se abría la pared
y se movía
el dolor en los huesos de la tarde.

Era una forma extraña de buscarnos
jugando al escondite por la casa.
Tus manos rodeando mi cintura
y mi sexo
y mi vientre
y el horizonte entero
pegado en un paisaje interminable.

Éramos dos fantasmas
agitando los cuerpos,
enredando los días y las bocas.

La voz era un silencio estremecido
y la piel un conjuro a mar abierto.

XXXI / Madre

Tiene las manos frías y en los ojos
la luz se ha detenido,
no late el corazón y es nácar puro
su piel color de rosa.

Los síntomas son claros,
pero yo me resisto a descifrar
el último acertijo que la vida
ha puesto en sus pestañas.

Doy vueltas y más vueltas cada noche
a las palabras últimas
repletas de caricias,
esas que sólo dicen quienes saben
lo que hay que saber:
aprende del amor, pequeña mía.

XXXII

No pediré perdón por ser yo misma,
por dejarme morir a media tarde
al cruzar el semáforo del miedo,
por aprender idiomas en tus manos
y recitar poemas a escondidas,
cuando nadie nos ve.

No pediré perdón por abrazarte
-en los lugares públicos
de silencios privados-
con el pretexto estúpido de ser
dos versos conocidos
que hace tiempo que no se tropezaban
en las olas que lloran las metáforas.

No pediré perdón por extrañarte
como extrañan los árboles la lluvia
o los ríos los peces
y las piedras
ruedan ladera abajo con la nieve
en mil bolas de luz.

No pediré perdón por ser feliz
entre letras dormidas,
cada vez que te miro y en tus ojos
encuentro reflejado mi universo.