Concurso Nacional de Cuentos Infantiles. Tertulia Goya
Depósito Legal: SA-876-2010
CIUDAD AZUL
Ésta es mi ciudad. Un espacio flotante entre el cielo y la tierra. Una enorme campana que se alza en la torre más alta del monte más picudo. La solidaria esencia de seres espaciales. Una tela de araña construida en círculos concéntricos.
En el medio de uno de los círculos, un duendecillo blanco me saluda, sonríe, me toma de la mano y me conduce a la puerta de un sueño de colores que tiembla entre sus dedos. Nos movemos saltando de redondel en redondel. En cada salto vemos un paisaje distinto: castillos escondidos en rocas transparentes; princesas de papel y príncipes de azúcar; mares adormecidos en los escaparates de una tienda de flores y flores que florecen en macetas de viento, huelen como las rosas y no tienen espinas. Grandes esferas de agua flotan sobre nubes plantadas en el suelo. Dentro de cada esfera hay un niño que duerme, artistas, escritores, lunas de mazapán. Todo es posible aquí.
Pero no estamos solos, nos cruzamos con personas que hablan un lenguaje distinto al que yo hablo. Y sin embargo, puedo comprender lo que me dicen porque todas las voces funcionan en la telepatía de los sentimientos. Sus vestidos han sido fabricados con hojas y con ramas y cristales de luz. Los árboles caminan abrazados a instrumentos de música y los peces, unidos dos a dos, bailan en calles que se mueven en la imaginación. Mientras, suena la música más hermosa del mundo.
¿Nos quieres conocer? Te contaré una historia. Éste es mi presente y tu futuro. Hoy es uno de octubre del año tres mil dieciséis. Un día, todo el mundo juntó sus esperanzas, sus ideas e ilusiones y trabajaron duro para poder hacerlas realidad. Y por eso nacimos. Somos jóvenes, muy jóvenes. Hoy cumplimos mil años, nada más. Somos el sueño de Europa y vivimos en la eterna ciudad de la cultura. En el norte, junto al círculo de agua, en donde los ratones hicieron una isla para que los poetas pudiesen publicar sus poemas.
Ésta es mi ciudad ¿no la conoces? Pues ven a visitarla. Te esperaré sentada en una estrella.