EXPERIMENTO p o é t i c o

EducArte poesía,
Santander, 2006

Esta antología, coordinada por Nieves Álvarez, incluye poemas de poetas que, en el año 2006, formábamos parte de Poesía Pura. Sus nombres están al final.

PREÁMBULO (página 6)

En un momento de la película «El club de los poeta muertos» el profesor dice una frase que no olvidaré nunca: «leemos para saber que no estamos solos», Ése axioma es una realidad en poesiapura.com: leemos y escribimos sabiendo que no estamos solos. Miles de poetas de 26 países, nos reunimos a diario para compartir poesía, sin importarnos las diferencias de credo, edad, ideas, sexo o condición social. Sin importarnos nada que no sea escribir poesía, vivir poesía. Formamos parte de una gran familia. Escribir, es una forma de buscar respuestas a los grandes y pequeños dilemas a los que el ser humano ha intentado,

intenta y seguirá intentando responder a lo largo de su historia. Todos los poetas, publicados o inéditos, clásicos o actuales,… todos, sin excepción, buscan-buscamos respuestas a esos interrogantes que forman parte del subconsciente colectivo y que son esenciales para cada uno de nosotros (la vida, el azar, la muerte, el amor,…), las buscamos a tientas, dialogando en la oscuridad.

En el mes de enero de 2006, inicié un experimento poético: dejé en el foro Pablo Neruda de poesíapura.com los siguientes cuartetos.

Propuesta 1: día 26 de enero:

  • Me gustaría saber por qué la suerte

es tan impredecible, tan ingrata,

por qué todos los planes desbarata

de la vida, y al fin llega la muerte.

Propuesta 2: día 27 de enero:

No ganamos nosotros, es la suerte

la que marca el final de la partida,

todo es nada si se pierde la vida,

nada es todo cuando llega la muerte

Propuesta 3: día 28 de enero:

Si soñamos la vida, si a la suerte

la domina el azar y si sabemos…

que un día, cualquier día, moriremos…

¿por qué no negociamos con la muerte?

Propuesta 4 y última. 29 de enero de 2006:

Tal vez sólo el amor, el amor puro

pueda vencer la muerte y un poema

nos de la eternidad. No habrá dilema:

su suerte marcará nuestro futuro.

Más de 50 poetas acudieron a la llamada,

en un link que se acerca a las 5000 lecturas.

Este libro es el resultado de ese experimento,

un ejemplo del diálogo poético que tiene lugar

cada día desde miles de pantallas luminosas

que dejan sus huellas imborrables en miles

de poemas. Es cierto, no estamos solos,

nunca estaremos solos mientras la poesía siga viva.

(páginas 11 y 12)

Ahora que por fin voy aprendiendo

a descifrar auroras boreales,

a arrebatarle al mar una sonrisa

prendida en cada ola…

Ahora que no importan los silencios

y se pintan de azul las amapolas

que desangran su voz en los trigales,

y que los escenarios de las dudas

son trenes que han partido ya hace tiempo

y, sin embargo, vuelven

y se quedan -sin más- tan sólo eso.

Ahora que el amor tiene el sonido

de las viejas campanas de una iglesia,

y la alondra que canta en mi ventana

es una golondrina mensajera,

que el embrujo ancestral de los duraznos

-que comimos ayer- tienen,

-recuerdan- ese sabor de almíbar derretida

que a hurtadillas robaba

en la despensa, cuando todo era gris

y se perdía mi alma de alcanfor

por mil veredas.

Ahora que ya todo es casi nada

y casi todo es todo lo que queda…

le he preguntado a un sueño

por qué viven,

por qué nacen y crecen

las estrellas que parten de sus ojos

y en los míos anidan y se quedan.

(página 48)

  • No hay más que lo que ves,

(aún lo recuerdo, su voz temblando inerte en mis oídos)

el resto es sólo un «bluf», pura ilusión.

  • No hay más que lo que ves.

(y sin embargo… el mundo que yo busco está escondido, inédito en el quicio

de la puerta, en el punto central de los latidos, en esa sensación que nunca

cesa, en el puente colgante de un eseo, en el atardecer, cuando la luna dibuja

su silueta sobre el mar).

  • No hay más que lo que ves.

(y sin embargo creo, que dentro, muy adentro, donde dejan sus sueños las

alondras y se viste de gala la sonrisa… hay otra dimensión en la que el alma

empieza a germinar y sus latidos aprenden el camino del adiós)


Los poetas que escriben en este poemario pertenecían al foro poético-literario www.poesiapura.com en el momento de su edición: marzo de 2006.

Entonces, la dirección poético-literaria del foro, estaba integrada por Carlos Valverde (el duaño del espacio) y tres poetas: Vicente Martín, Tano García Page y Nieves Álvarez

Otros poetas que escriben en este libro: Adrián Pérez. Alcya Miguele. Alejandra de Rueda Rubiales. Alondra Santoni. Ana María Estepa Román. Antonio Cárdenas Cárdenas. Bárbara Pujazón. Benjamín León. Carla Herrera. Carlos Alberto/Gallnnet. Cecilia Martos. David Coll Rodríguez. Diego Javier Oruña. Ernesto Cárdenas. Felipe Alejo Álvarez Navarro. Francisco Lobo. Francisco Redondo Benito. Freya Höldar Nistal. Gil Pérez. Gustavo Santana. Ignacio Bellido. Isabel Rodríguez. José Antonio Barros. José Juan Martínez Ferreiro. José Manuel Fernández Febles. Juana Vázquez. Juanesto Castell. Juliana Mediavilla. Lily Mar Rodríguez. Luis Carlos Mendías. Luis Oroz. Mabel Ríos. Manuel Parra Pozuelo. María del Carmen Guzmán. María Luisa Mozo López. Mario Martínez Martínez. Marisa Paredes. Néstor Morris. Rafael Calle Hernández. Rafael Zambrano. Ricardo Desola. Ricardo Serna Gutiérrez. Rosa Buk. Venezia Lesseps. Vicente Ruiz Millán. Vicente Vives.