
Antología de poesía navideña contemporánea
Cuaderno del Laberinto, Madrid, 2016
Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, nº 64
I.S.B.N: 978-84-946262-7-2 •
Nos gusta la Navidad, nos gusta y la reivindicamos. Cada año tenemos que escuchar la misma cantinela de sus detractores: que si el consumismo, que si la hipocresía social, que si las convenciones, etcétera. Como si el resto del año todo esto no existiese.
Desde Cuadernos del Laberinto apostamos por las Navidades y demandamos su disfrute: escuchar villancicos sin tener que avergonzarnos, desear que llegue la cena para ver a toda la familia reunida, crear el río del Belén con papel de aluminio, adornar la casa con bolas brillantes, hablar del Niño Jesús, esperar a los Reyes Magos con ilusión y dejar los zapatos bajo la ventana. Sí, queremos rendirnos a los tópicos: a la nieve y al turrón, a la pandereta y las doce campanadas.
Me gusta la Navidad es una antología de poesía navideña contemporánea en la que hemos reunido a un importante elenco de poetas que cantan a estas fiestas sin complejos. Se puede leer en la página de Cuaderno del Laberinto.
Forman parte de esta antología: Luis Alberto de Cuenca, Luis García Arés, Jesús Hilario Tundidor, Raquel Lanseros, Manuel Guerrero Cabrera, Ángela Martín del Burgo, Nieves Viesca, Ángel Álvaro Martín del Burgo, Daniel Velarde Ruiz, Carlos Tejero, María José Cortés, Sol de Diego, Ramón Hernández, Jesús Urceloy, Pilar Pastor, Khédija Gadhoum, Nieves Álvarez Martín, Julieta Pellicer, Ester Bueno Palacios, Diego Agúndez, María Jesús Fuentes, Paloma Serra, José María Carnero Montesinos, Julián Garvín Serrano, María Torvisco, José Miguel García Conde, Mario Pérez Antolín y Fernando Gil Villa.

Incluyo a continuación uno de mis poemas, incluído en la citad Antología.
MUÑECAS
Me gustan las muñecas,
no lo puedo negar.
Cada año, los Reyes,
se acordaban de mí y me dejaban
-junto a las zapatillas-
un cuaderno y un cómic,
un lápiz, una goma y un cabás,
una muñeca nueva -de trapo-
sin marca ni cartón,
envuelta en un papel de mariposas.
Me lo contó mi tío y me hizo llorar:
- todas esas muñecas
las fabrica tu madre, por las noches,
cuando tú te retiras a dormir.
No le quise creer.
Pero desde aquel día
comencé a darle besos, sin motivo.
aunque ella nunca supo por qué.
Me gustan las muñecas,
sobre todo de trapo.